Después del gran auge e interés por especializarse en materia fiscal por los beneficios que traía su práctica, hubo quienes se aprovecharon de las deficiencias de nuestras normas y generaron prácticas que, si bien generan beneficios para un sector, no van acorde a los principios y ética de un especialista en la materia.
Un maestro en Fiscal se forma en aspectos que generarán un cambio positivo en nuestra sociedad pues será experto en la creación, interpretación y aplicación normativa en la materia sin ir en contra de los principios y valores correspondientes al perfil.
La globalización ha provocado que nuestras figuras corporativas deban modernizarse y estar al nivel de los países más avanzados en materia fiscal; un ejemplo es el uso del internet y la tecnología de la información para la planeación fiscal, contable, administración de la empresa, acercamiento entre colaboradores, importaciones, exportaciones y la forma en que se garantizan los derechos de quienes se involucren, sean particulares o sea el propio estado.
Un fiscalista se caracteriza por su gran capacidad de análisis, resolución de conflictos, planeación, visión a futuro, negociación, pensamiento estratégico, apego a nuestras normas y por supuesto, liderazgo que le permitan ser parte de los especialistas que propongan planes y estrategias aplicables antes, durante y después, en materia fiscal, de contribuciones o de defensa fiscal ante las autoridades.
María de los Ángeles Ruíz Vásquez
Responsable de la Maestría en Fiscal
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