Valeria Sibaja
Resulta irónico tomar un libro, hojearlo y retroceder en el tiempo a través de la historia misma y darnos cuenta que antes los mismos conflictos entre regiones o los asuntos geopolíticos eran razón suficiente para poder viajar y trasladarse del lugar de origen a otro por un tiempo determinado, esto permitía a la economía de las distintas poblaciones crecer, o al menos moverse y no estancarse. Un ejemplo de ello, fueron los romanos que al intentar conquistar nuevas ciudades se trasladaban y hospedaban en las ciudades anexas a su territorio como Siracusa, Hispania, y tiempo después La Galia, Cartago, por mencionar algunos. Esto, en el pasado resultaba hasta cierto punto conveniente para aquellas ciudades, pues, quienes eran partidarios de los romanos, se veían beneficiados con la llegada de los cónsules, los legionarios, y demás rangos políticos de la antigua Roma.
Pero en la actualidad, un conflicto de esta magnitud como la guerra entre Ucrania y Rusia, en lugar de beneficiar a las ciudades las afectan y tal es el grado de afectación que las repercusiones van más allá de los países y/o zonas afectadas. Los efectos económicos de esta guerra son muy claros, entre las sanciones económicas que se la han planteado a Rusia, las muertes que han ocurrido en Ucrania, la caída de la moneda rusa, son ejemplos obvios y fáciles de citar.
Sin embargo, para países como México ¿Cómo puede afectar este conflicto? La respuesta es igual de evidente que en los países involucrados, pero al mismo tiempo, no es expuesta a la misma escala. El principal efecto es que, durante los primeros días de haber estallado el conflicto el barril de petróleo subió a 100 USD, y, como regla general, una vez que aumenta el petróleo, aumenta el combustible y esto recae a su vez en que los precios de los vuelos incrementen, al igual que los precios del transporte terrestre. Y como un efecto dominó, aumentan los costos de producción de cualquier materia. En el sector turístico, crecen los costos de transportación, hospedaje, producción de alimentos y bebidas.
Otro factor que se debe tomar en cuenta, es que países como Rusia eran el nuevo objetivo de turismo al que se quería llegar, pero con este conflicto la mayoría de los países le han cerrado las puertas a toda la población rusa, independientemente de que si apoyan o no “la causa”.
Para esto, se debe de recordar que en los últimos años el sector turismo ha representado para México una solución a los problemas sociales que ocurren dentro del país, ya que es uno de los sectores que tiene mayor posibilidad de generar empleos tanto directa como indirectamente.
Si pensamos que podemos ser indiferentes ante esta situación, la realidad es que no es así, vivimos en una época globalizada y estos conflictos nos afectan, no de manera directa pero sí indirectamente, en todos los sectores: económico, ambiental, social, político e incluso cultural.
Proponer soluciones a las crisis del sector turístico desatadas en nuestro país a raíz de temas como la guerra es indispensable para impulsar la economía y el desarrollo en México.
La mirada profesional de un administrador turístico abre el camino hacia nuevas perspectivas y posibilidades de innovación ante los contextos cambiantes.
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