Crónicas de Lasallistas en Casa | María García | Ingeniería Civil

30 DE JUNIO DE 2020
“CRÓNICAS DE LASALLISTAS EN CASA” ES UN ESPACIO EN EL QUE NUESTRA COMUNIDAD ESTUDIANTIL NOS COMPARTE SUS EXPERIENCIAS Y REFLEXIONES EN TORNO A LA SITUACIÓN QUE ENFRENTAMOS ANTE LA PANDEMIA POR COVID 19.
HOY LES COMPARTIMOS EL ESCRITO DE NUESTRA ESTUDIANTE MARÍA FERNANDA GARCÍA DE INGENIERÍA CIVIL.


Escribir acerca de cómo me he sentido durante estos meses puede parecer muy fácil pero también muy complejo, para algunos este tiempo ha sido eterno y largo, y quizá para otros ha sido breve e instantáneo, creo que los sentimientos que nos ha causado han sido tan distintos y tan variados que
hay un punto en donde todos se asimilan y se vuelven uno solo, uno para todos.


Tengo tantas cosas que escribir que ni siquiera sé por cual comenzar, todavía recuerdo cuando mis amigos y yo nos poníamos a platicar acerca de todo esto del coronavirus y nos reíamos entre nosotros diciendo que no iba a llegar a México o que si llegaba no iba a ponerse tan feo, otros decían lo contrario y eran constantes debates de nuestras “predicciones”, hasta aposté una tlayuda con un amigo a que cancelarían clases y ahora me toca esperar a poder regresar a cobrar mi tlayuda, una razón más por la cual espero el gran día de salir.

Llegó el viernes 13 de abril y todos estábamos muy contentos porque por fin tocaba un puente, todos haciendo sus planes para salir y otros como yo pues para descansar al menos en casa, fue un día bastante divertido como siempre y al final del día nos despedimos creyendo que nos volveríamos a ver el martes. Todo el fin de semana publicaron noticias de la situación y el
alcance del coronavirus y efectivamente cancelaron las clases, es aquí donde comienza un sin contar de emociones y sentimientos que antes no conocíamos o al menos, no esperábamos.

Los primeros días eran muy fáciles, hasta estaba feliz porque creo que a todos nos vienen bien unos días de descanso, después me intrigó como iba a tomar mis clases en esta nueva modalidad “en línea” hasta que por fin comenzaron y sin duda comencé a extrañar mis clases presenciales. 

Durante todo este periodo escolar en esta nueva modalidad se le debe, sin duda, dar reconocimiento a los docentes, yo sé que algunos de mis profesores se las vieron difíciles para poder enseñarnos, se esforzaron todos los días intentando dar la mejor clase, siempre se portaron muy accesibles, se esmeraron y demostraron aún más la pasión que sienten por su trabajo, nos enseñaron que para aprender no hay límites y que ellos son increíblemente importantes en nuestra educación, así que yo quiero agradecer a mis maestros y a todos aquellos que se dedican a la educación porque siempre han sido y serán parte de nosotros.

Y qué decir de los amigos, durante todas estas semanas estoy segura que muchos los hemos extrañado, extraño bromear con ellos, ir a comer a raíz todos juntos, ir a cenar después de clases, platicar, chismear cómo no; un amigo te cambia la vida, cuando te sientes triste o no estás de buen ánimo te topas con uno de ellos y entonces dice algo que te hace reír, te intenta alegrar, te escucha, te apoya, mientras a veces estando solo en casa puedes sumergirte en sentimientos que no te dejan tranquilidad o paz, así que pienso que la comunicación y el amor hacia nuestros seres queridos durante este tiempo es algo que debemos demostrar, decirles que tan importantes son para nosotros y dejarles saber el deseo
que tenemos por volver a vernos.


Y sin duda el mayor tiempo ha sido para uno mismo, para reflexionar y pensar acerca de lo que estamos haciendo y de lo que no, creo que es una oportunidad que tenemos para crecer, para conocernos y para mejorar como personas, para aprender algo que quizá antes dejábamos a un lado porque no teníamos tiempo o estábamos saturados de trabajos y tareas, tampoco es una obligación tener que adquirir nuevos hábitos o capacidades durante esta cuarentena sino se trata de estar bien con uno mismo, de no sentirnos solos y si es así, no olvidar a nuestros amigos, a nuestros seres queridos, hablar y disfrutar de la vida aunque hoy no podamos estar fuera y solo queda esperar ansiosamente porque yo sé que el día que regresemos va a ser maravilloso, el reencuentro será inolvidable y las sonrisas
cubiertas por el cubrebocas aún así se dejarán ver.

Aún en la distancia, permanezcamos unidos.