Crónicas de Lasallistas en Casa | Vianney López | Maestría en Administración de Negocios

30 DE JUNIO DE 2020
“CRÓNICAS DE LASALLISTAS EN CASA” ES UN ESPACIO EN EL QUE NUESTRA COMUNIDAD ESTUDIANTIL NOS COMPARTE SUS EXPERIENCIAS Y REFLEXIONES EN TORNO A LA SITUACIÓN QUE ENFRENTAMOS ANTE LA PANDEMIA POR COVID 19.
HOY LES COMPARTIMOS EL ESCRITO DE VIANNEY LÓPEZ DE LA MAETSRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS.

 

“Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias”

John Locke.

 

Leí esa frase hace un par de días y la quería compartir con ustedes, porque sinceramente no se cómo se sientan en este momento, pero a mí me hubiera gustado escucharla hace algunos meses.

Siempre he sido media ñoñis y me encanta, me gusta tomar cursos y estar aprendiendo cosas nuevas, me gusta ir al psicólogo y he tomado talleres de desarrollo humano, ahorita justo estoy iniciando otro, y sí, ¡son buenísimos! los recomiendo mucho, pero a veces pasa que la vida te mueve el piso y sin más se te olvida todo por un momento y no sabes qué hacer, o no sabes cómo iniciar.

Debo admitir que el inicio de este año fue algo así para mí, en ese momento pensé que era el tiempo ideal para reorganizar todo, retomar aquello que había dejado de lado, acabar pendientes y reacomodar el plan, así lo hice, hasta que un pequeño virus atacó y como a muchos de ustedes todo se movieron mis planes, otra vez. No les voy a contar cuantas veces lloré y me desesperé en los primeros meses de este año, lo que voy a tratar de hacer es compartirles como dejé de hacerlo.

Me gustan las listas, así que lo haré de esa forma:

  1. Empecé a orar y agradecer con mayor frecuencia a finales del año pasado, ahora se ha vuelto parte de mi rutina, pero me cambió totalmente el enfoque. Enfocarte en lo que tienes te hace ver todo desde la abundancia, así como apreciar y valorar todo lo que tienes, en lugar de pensar en aquello que no.
  2. Al cambiar mi enfoque, vi este tiempo como una gran oportunidad para trabajar en mí y en todo aquello que tenía pendiente, así que me hice rutinas de mañana, de noche, de limpieza, de ejercicio, básicamente de todo. Sinceramente lo difícil no fue hacer las rutinas, lo difícil fue mantenerme motivada para hacerlas, así que busqué las estrategias que funcionaban para mí, por ejemplo, las escribí y como soy una persona visual, al ver que algo no estaba palomeado en la lista me causaba inconformidad, me paraba y lo hacía. Todos somos diferentes, así que busca lo que funcione para ti, no tiene que ser una lista o una rutina, solo haz algo que te mantenga en movimiento para generar aquello que quieres lograr.
  3. Para vergüenza mía, el año pasado fuera de los libros y artículos de la maestría y cosas de estudio, solo leí dos libros por gusto, así que este año me puse objetivos altos. Leer para mí es una buena forma de relajarme y entretenerme, de mantener mi mente activa y escapar un rato del caos. Leo cosas que me gusten, que me llaman la atención y que realmente disfruto (me disculpo con mi maestro de seminario, pero, “cómo se hace una tesis” de Humberto Eco no está en la lista).
  4. Confía. Primero confía en ti, confía que ya tienes todo lo necesario para lograr lo que quieres. Todos somos capaces de crear la vida que queremos, pero debes confiar que es así. Luego, confía en los demás y déjate ayudar.

La maestría ha sido para mí de las mejores experiencias de mi vida, sobre todo por las personas que he conocido. Aquellos que me conocen sabrán todo lo que he cambiado en los últimos dos años y cuánto me ha costado, pero no lo he hecho sola, aún existe gente maravillosa que realmente te quiere ayudar, así que déjate ayudar, no cargues todo sola o solo, con gusto muchos te echaríamos una mano.  Así que, agradece, cambia el enfoque, haz cosas nuevas que te gusten y permítete confiar.

Así ha sido mi cuarentena, no todos los días son perfectos, pero todos los días tienen algo bueno.