La importancia de la educación en diabetes

14 de noviembre | Día Mundial de la Diabetes

Mtra. Etzel Cruz 

 “La educación no es una parte del tratamiento de la diabetes, es el tratamiento” 

Dr. Joslin Elliott P.

 

La diabetes mellitus es un problema de índole mundial que a pesar de los grandes avances en técnicas diagnósticas y de tratamiento, continúa expandiéndose, lo que trae consigo graves repercusiones a nuestras familias y al sistema de salud, ya que las secuelas de esta generan grandes costos. 

La educación en diabetes, cobra vital importancia como una manera de prevención del aumento de casos, al brindar información sobre los factores de riesgo y las complicaciones asociadas. 

¿Qué es la educación en diabetes? 

“Es un proceso interactivo (entre el educador y la persona) que tiene como objetivo facilitar conocimientos y habilidades necesarias para el autocuidado (cuidarse a sí misma)”. (Peepel, 2007, pp, 5-8) 

Su objetivo principal radica en lograr que la persona que vive con diabetes desarrolle habilidades, destrezas, aptitudes y actitudes que le permitan el correcto manejo de la vida con esta enfermedad.  

¿Qué es el autocuidado y cómo lo implemento? 

La Asociación Americana de Educadores en Diabetes, propone 7 actitudes de autocuidado: 

1. Comer sano.

Seguir un plan de alimentación considerando sus preferencias individuales y familiares, ingresos económicos, tratamiento farmacológico y nivel de actividad física, esto es crucial para el mantenimiento adecuado de los niveles de glucosa y control de peso. Acudir a un profesional de nutrición con título y cédula profesional y/o educador en diabetes certificado. 

2. Ser físicamente activo.

Establecer un plan de actividad física acorde a su condición, puede comenzar caminando 30 minutos al día, a su ritmo y usando calzado adecuado (no olvide usar bloqueador solar y tomar suficiente agua). Se recomienda acudir con un entrenador físico o fisioterapeuta para que señale los ejercicios adecuados. El ejercicio físico no solo ayuda a controlar los niveles de glucosa, también es bueno para el corazón, músculos, estado anímico y confianza. 

3. Monitorización.

Llevar un registro diario de los niveles de glucosa permitirá realizar las adecuaciones en el tratamiento médico y nutricional con base en los cambios. Consultar con un médico, nutriólogo y/o educador en diabetes por los horarios y técnica correcta de las tomas. 

4. Toma de medicamentos.

Los antidiabéticos orales y la insulina apoyan en el control de los niveles de glucosa. Es necesario conocer su función y los efectos que producen en el organismo, así como sus horarios. Todo esto deberá relacionarse con los alimentos y la actividad física. 

5. Resolución de problemas. 

La Educación per se, es la punta de lanza en la toma de control de la enfermedad, una persona que vive con diabetes y que conoce de ella (el tratamiento, las alternativas y las ventajas de seguir aprendiendo sobre ella), tiene todas las herramientas para tomar decisiones que le permitan una mejor calidad de vida. 

6. Reducción de riesgos.

Es de vital importancia que las personas que viven con diabetes, consideren las complicaciones agudas y crónicas, diferencias entre la signos y síntomas, estrategias de autocuidado de piel, pies, dientes, ojos, así como la programación de visitas periódicas con el equipo multidisciplinario (médico, psicólogo, nutriólogo, oftalmólogo, odontólogo, entrenador físico, podólogo, grupos de ayuda mutua, etc.) 

7. Afrontamiento saludable.

Implementar técnicas que ayuden a la relajación y a mejorar la calidad de vida si se padece diabetes. 

 

La educación de las personas con diabetes no reemplaza el tratamiento médico, pero tiene la facilidad de brindar las herramientas que permitan encarar los cambios necesarios en el estilo de vida.  

 

¿Qué debo hacer si un familiar cercano vive con diabetes? 

Únete a su tratamiento, realicen actividad física en conjuntos, cuiden su alimentación e infórmense sobre la enfermedad y sus cuidados. El acompañamiento de la familia es clave en el éxito del tratamiento. 

No olvides acudir con su equipo multidisciplinario ante cualquier duda sobre la enfermedad. 

Recuerda que lo más importante es la prevención.

 

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