En el santoral de la iglesia católica, el día siete de abril se festeja a San Juan Bautista de La Salle, fecha que representa la conmemoración del aniversario luctuoso del fundador de nuestra obra educativa, que sucedió un viernes santo de 1719.
San Juan Bautista de La Salle, nació en Reims Francia el 30 de abril de 1651, es decir a inicios del siglo XVII, en aquella época se vivió el auge de la Revolución Científica, luego de superar la Edad Media y las antiguas formas de pensamiento y orden social; en este momento de la historia, grandes pensadores y artistas daban un giro trascendental a la manera en que se observaba el mundo. Algunos hacían girar la ciencia, la filosofía, la literatura, mientras De La Salle hacía girar la educación.
Así, nuestro fundador fue contemporáneo de grandes personajes, entre los cuales podemos encontrar a los siguientes:
- Anton van Leeuwenhoek – Científico neerlandés
- Baruch Spinoza – Filósofo holandés
- Blaise Pascal – Científico francés
- Galileo Galilei – Científico italiano (murió nueve años antes del nacimiento de La Salle)
- Isaac Newton – Científico inglés
- John Locke – Filósofo inglés
- René Descartes- Filósofo y científico francés (murió un año antes del nacimiento de La Salle)
- Thomas Hobbes – Filósofo inglés
- Sor Juana Inés de la Cruz – Poetisa mexicana
- Antonio Vivaldi – Músico y compositor italiano
- Heinrich Schütz – Compositor y organista alemán
- Johann Sebastian Bach – Músico, organista y compositor alemán
- Georg Friedrich Händel – Músico y compositor alemán
- Diego Velázquez – Pintor español
- Rembrandt van Rijn – Pintor neerlandés
Con un doctorado en teología y con la firme voluntad de cumplir la misión que le había sido encomendada, el Señor de La Salle dedicó su vida entera a consolidar y animar la obra educativa que fundó, a través de ideas de vanguardia que consideraban a la educación como un derecho divino y universal que tenía que ser puesto a disposición de cualquier niño o joven de su tiempo. Asimismo organizó los primeros centros de formación de maestros, haciendo visible entonces, por primera vez la importancia de la vocación del educador en sus comunidades.
La beatificación de La Salle, sucedió el 19 de febrero de 1888, por el Papa León XIII, con la confirmación de tres milagros adjudicados a su persona. Con ello, se distinguió a nuestro fundador como un hombre de fe, que llevó la virtud y la santidad como ejes de su vida, que le trascendieron en escuelas, centros de formación para maestros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas técnicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y ciencias.
Doce años más tarde, y con el testimonio de otros dos milagros sucedidos después de la beatificación, el mismo Papa lo canoniza el 24 de mayo de 1900, reconociéndolo como un hombre de fe digno de ser modelo dentro de su comunidad, ya que muchos años después de su muerte, su ejemplo seguía animando la obra educativa que cada vez se extendía con más fuerza en el mundo a través de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Durante el aniversario 50 de su canonización, exactamente el 15 de mayo de 1950, el Papa Pío XII nombra a San Juan Bautista de la Salle “Patrono ante Dios, de todos los educadores de la juventud”:
De esta forma, el 15 de mayo se reconoce la labor que los educadores realizan cada día dentro y fuera de las aulas, para acompañar y animar la formación de millones de niños y jóvenes en el mundo, motivados por la búsqueda de la realización de cada ser humano que llega a su cuidado, tal como él mismo afirmaba:
“Vosotros, pues, a quienes Dios ha llamado a este misterio, emplead, según la gracia que os ha sido conferida, el don de instruir, enseñando, y el de exhortar, animando, a aquellos que han sido confiados a vuestros cuidados…” MR 193, 2, 2)
Los restos de nuestro fundador, fueron movidos cinco veces de lugar por diferentes motivos antes de llegar a su descanso final, ubicado en la Casa Generalicia de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, ubicada en Roma, en donde también se cuenta con un museo dedicado a la memoria de San Juan Bautista de La Salle, fundador y animador de la obra en la que hoy, hacemos comunidad.